viernes, 16 de septiembre de 2011

Los dos Méxicos.

Hace poco Gaby publicó en su pagina de Facebook un comentario a propósito de que nos regresaron el famoso Nintendo DS que Daguito olvidó en un camión urbano. Su comentario iba encaminado a hacer notar la gran diferencia entre el sentido de honestidad en Australia y en nuestro país. De inmediato vinieron las réplicas de algunos amigos diciendo que eso no era exclusivo de Australia, que en todo el mundo es común que sucedan cosas como esta y algunos dieron ejemplos de carteras y teléfonos que habían olvidado en algún lugar público en México y donde alguien los siguió para regresárselos. Se sintieron de alguna forma aludidos y quizá un poco ofendidos…. Y tienen razón! (Pero solo a medias)

La gran mayoría de nuestros amigos son buenos ciudadanos que pertenecen a un México de primer mundo. Un México donde habita gente honesta y trabajadora, padres de familia cuya prioridad es el bienestar de sus hijos, maestros responsables, profesionistas preocupados por hacer lo correcto, servidores públicos que se esfuerzan por mejorar el status quo, sacerdotes que creen en lo que hacen y lo hacen bien, empresarios dispuestos a sacrificar un poco de utilidad y dar valor agregado, constructores que entregan obras de calidad, periodistas imparciales e inteligentes y políticos honrados (Si ya sé, esto fue una exageración, pero sirve para ilustrar el punto…quizá en alguna parte de México haya alguno). Para resumir: Un México del que todos nos sentimos orgullosos y con el que se nos llena la boca cuando les platicamos de el a nuestros nuevos amigos internacionales.


Pero hay otro México. Uno habitado por ignorantes, sociópatas, delincuentes, transas y huevones. Ahí viven Elba Esther y sus secuaces (maestros sin conciencia), los profesionistas cuida-chambas solo preocupados por recibir su quincena, los burócratas aviadores y corruptos, los sacerdotes abusadores, los constructores que solo se preocupan por ganar dinero (y quieren resolver todo a base de relaciones y moches, no de trabajo) y los periodistas manipuladores de la información. Ahí vive también la gran mayoría de nuestros políticos.  Es un México donde seguramente Daguito no habría recuperado su Nintendo (Nuestro transporte público definitivamente pertenece a ésta categoría).

El problema es que no hay aduana ni frontera, los dos Méxicos están entrelazados, conviven todos los días, se alimentan entre si e incluso comparten recursos. Es difícil distinguirlos. Por mucho tiempo el segundo fue un sub-mundo. Estuvo escondido, agazapado, creciendo y tomando fuerza. Todos lo solapamos y lo alimentamos de alguna forma. Ahora salió a las calles reclamando su lugar, y está ganando espacio.

Como mexicanos tenemos un largo camino por recorrer (vivamos en México o no) y debemos empezar por cambiar nuestra "cultura" y nuestras actitudes personales. Ejemplos hay mil: Pensamos que es malo robar pero compramos piratería, nos quejamos de la corrupción pero sobornamos al oficial de transito, nos ofendemos si hablan mal de los mexicanos pero nos reimos  de los desfiguros de Mexas en el extranjero (como los que apagaron con orines la flama eterna en paris) e incluso hay quien piensa que el narcotráfico es nefasto pero consume drogas ilegales. Dejemos de culpar al gobierno de todo y empecemos por nosotros mismos. Para poder soltar la piedra hay que estar libre de culpa.

Estamos en época de fiestas patrias, “Celebramos” nuestra “Independencia”. En realidad no hay mucho que festejar. Tristemente, la festividad mas concurrida éste año volverá a ser el día de los muertos. Aún asi, la pequeña comunidad de compatriotas Brisbanitas a la que nos estamos integrando se va a reunir. Vamos a celebrar al primer México, al sano, al pachanguero, al colorido, al de primer mundo, al que queremos recordar. Definitivamente es más fácil hacerlo estando lejos.

De cualquier forma y para no perder la tradicion:

VIVA MEXICO CABRONES!!! (el primero, no el segundo)....